-Cerraste 2024 convirtiéndote en Campeona de Boxeo en tu modalidad, y por segundo año consecutivo. ¿Cómo fue revivir esta experiencia?
-Cuando sonó la campaña y comenzó el combate, me sentía muy tranquila y confiaba en el trabajo realizado durante los meses anteriores. Los entrenamientos con Danylo (Lorenzo) siempre están enfocados en los objetivos y así se nos conoce dentro y fuera del ring. Tenía tranquilidad y la confianza de que me iba a traer el campeonato a Fuerteventura, si bien justo antes de subir sí que me puse algo nerviosa al conocer a mi contrincante: además de que era más alta que yo, me había estado estudiando porque sabía que era zurda.
-¿Habías estudiado tú también a tu contrincante?
-Prefiero no estudiar a mis rivales porque me condicionaría y me pondría más nerviosa. No podría ser yo, sino que tendría la presión de ejecutar en función de esa rival. Me gusta adaptarme a las rivales cuando estoy sobre el cuadrilátero; no siempre podrás estudiarlo y si te acostumbras a pelear en función de lo que has estudiado de tus rivales, no podrás adaptarte a los cambios de estrategia.
-Una vez que terminó el combate y supiste que ganaste el Campeonato, ¿cómo te sentiste en ese momento?
-Volvió a ser agridulce porque mi familia no estaba y no pude disfrutar de ese momento en compañía de los míos. Me sentí muy feliz de ganar el título, pero me hubiese encantado que estuvieran mi padre, Danylo, mis tíos y primos, mi abuela,… soy muy de mi casa.
-Para este segundo título has dedica más esfuerzo. ¿Cuál fue esa rutina?, ¿en qué varió con respecto al año anterior?
-Ha consistido en levantarnos temprano e ir a entrenar antes de ir a clases, además de después de las clases. También ha consistido en estar enfocada mentalmente en la preparación porque el año pasado me lo planteaba siendo más niña con la única ilusión de probar. Le he dedicado las mismas horas de entrenamiento que el año pasado, pero lo que ha cambiado es la mentalidad: siento que estoy en el punto entre no estar floja en el entrenamiento y no pasarme, si bien lo doy todo en cada entrenamiento.
-¿Qué te aporta el boxeo como disciplina deportiva?
-Me ofrece una forma en la que sentirme realizada, perseguir mis sueños y pasarlos a metas, porque hemos trazado un plan para conseguirlo. Y, en los estudios, me aporta constancia y valorar el esfuerzo, porque si aplico el mismo entusiasmo que en el boxeo, sé que voy a conseguir lo que me proponga. En todo momento de la vida necesitas un objetivo porque sin él estamos perdidos: si una persona no se levanta con ilusiones, si no se levanta con ganas de hacer algo por sí mismo, no siente la necesidad de luchar y es ahí cuando tiene problemas de autoestima y no aprecia los momentos importantes y bonitos de la vida. Es importante trazarse una meta e ir a por ella.