Por Juan José Rodríguez
Después de algunos años en política, cada vez creo que es más importante la parte que no se ve y que, a su vez, es lo que hace que tengamos tanto que mostrar a la gente.
¿Cómo manejas la presión? ¿Cómo reaccionas ante una crisis? ¿Cómo tratas a tus compañeros? ¿Y a tus rivales? ¿Eres capaz de hacer un buen análisis de algo para tomar buenas decisiones?
Creo que el ser capaces de compartir las cargas para manejar esa presión y mantener la cabeza fría cuando hay una crisis, para pensar con claridad y así buscar una solución, son partes muy importantes en nuestro trabajo. Así como las relaciones entre personas, en nuestro grupo cada uno tiene su lugar, su rol, y con el tiempo hemos conseguido complementarnos muy bien, siendo capaces, además, de decirnos las cosas, las buenas y las malas, para seguir creciendo. No ha sido casualidad, llevamos años trabajando en este sentido. Y los rivales… los años en la oposición nos enseñaron mucho en este sentido, no solo a entender, sino también a separar la política de lo personal y ser honestos y leales (¡exacto!, ¡también con los rivales!).
En lo que no se ve, en referencia a la gestión, es en lo que ha consistido mucha parte de mi trabajo: en la búsqueda de recursos para mis compañeros, en la gestión de grupo, intentando que compañeros y trabajadores tengan las condiciones para poder ser eficientes, o tratando de que la relación con los socios de gobierno sea los más sana posible. Todo ese trabajo, un poco más a la sombra (sea quién sea que lo asuma, en la administración o equipo que sea, donde a veces hace que las cosas salgan, funcionen o que otros brillen) es lo que marca la diferencia, para que lo que se muestra a la gente no esté “vacío” y lleve consigo una gestión detrás, con un plan y con unas formas.
En mi opinión, y en cualquier ámbito, la actitud es lo más importante. Cuando se trabaja en equipo, hay que trabajar para hacerlo eficiente, ya que es la mejor manera de conseguir los objetivos y darle a la gente el servicio que se merece. Como dice mi alcalde: “solo llegas rápido, pero acompañado llegas lejos”.