Por José Miguel Barragán
Canarias afronta tiempos complejos, desafíos que requieren visión de futuro, compromiso con las generaciones del mañana. Desde hace décadas y, especialmente en los últimos tiempos, existe un debate latente entre nuestra población centrado en cuál debe ser el límite para un territorio como el nuestro y de qué manera podemos establecer esas limitaciones.
A priori no es un tema sencillo, ni tampoco lo son sus respuestas, pero sí necesarias; como también es fundamental contar con un gobierno capacitado para adoptar decisiones valientes frente a los retos que afronta Canarias, y ese Gobierno lo tenemos. Un ejemplo de ello son las decisiones adoptadas por el actual Ejecutivo en materia de vivienda, la última de ellas la aprobación de un nuevo decreto ley impulsado por las consejerías de Políticas Territorial y Vivienda que favorezca la agilización de la tramitación de licencias urbanísticas y el impulso de la construcción de viviendas, para su convalidación en el Parlamento.
Pero esta medida no es la única. Desde que Fernando Clavijo preside el Gobierno de Canarias se han puesto en marcha más herramientas que nunca para hacer frente a la emergencia habitacional que afecta no solo a Canarias, sino también al conjunto del Estado y de Europa. No cabe duda de que el acceso a la vivienda es un problema transversal que afecta a todas las islas y a todas las generaciones, un problema que nos ha llevado a nueva forma de pobreza, obligando a muchas economías domésticas a redoblar sus esfuerzos para garantizarse un techo bajo el que vivir.
El Decreto-Ley también complementa las medidas adoptadas en febrero de 2024, con la aprobación del Decreto-Ley 1/2024 de medidas urgentes en materia de vivienda, incorporando ahora nuevas herramientas para el desarrollo de viviendas asequibles incentivadas, la reutilización de suelos terciarios para uso residencial y la ejecución anticipada de viviendas protegidas en suelos aún no urbanizados por completo, entre otros. Asimismo, se regula, por primera vez, el procedimiento de declaración de zonas de mercado residencial tensionado, lo que permitirá aplicar las medidas previstas en la Ley estatal por el derecho a la vivienda.
Cabe destacar que, en el caso de la figura de la vivienda asequible incentivada, Canarias será pionera en su desarrollo normativo y aplicación, y que el fin de esta medida es ayudar a las familias que superan los requisitos para vivienda pública, pero que también enfrentan dificultades para poder alquilar.
En este sentido, me gustaría destacar otro paso valiente y decidido que está liderando el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y que pasa por explorar la vía que permita limitar la compra de viviendas a extranjeros. En Coalición Canaria sabemos que se trata de un desafío complejo, pero sabemos que el presidente de Canarias lo está abordando con diálogo y determinación, buscando soluciones que protejan nuestros intereses sin perder de vista nuestras obligaciones europeas.
Precisamente se ha celebrado en la isla de La Palma la Asamblea General de la Comisión Islas de la Conferencia de Regiones Periféricas y Marítimas de Europa (CRPM). En el marco de esta reunión, Canarias ha logrado el respaldo en su estrategia para que la UE aborde la posibilidad de limitar la compra de vivienda por parte de no residentes.
A esto me refiero cuando digo que los desafíos complejos requieren soluciones valientes y que estas respuestas deben ser abordadas por gobiernos que no se ponen de perfil frente a los problemas, gobiernos capaces de derribar obstáculos y que no se achican frente a sus dimensiones. Es el “modo canario” de hacer política, una forma de gestión que apuesta por el diálogo y huye de la crispación, que no decae frente a dificultades, que se crece ante la adversidad. Es una forma de entender y querer a Canarias, por encima de todo.