Medioambiente inicia la Campaña de sensibilización “Fuerteventura es Biosfera” que invita a conocer, cuidar y proteger los valores naturales de la Isla

Marlene Figueroa afirma que tenemos que tomar consciencia para no acumular desperdicios ni alterar nuestro medioambiente

«Fuerteventura es la isla que queremos, pero… ¿la cuidamos?». Con esta pregunta arranca el vídeo de sensibilización de la campaña ‘Fuerteventura es Biosfera’ invitando a los espectadores a reflexionar sobre todas aquellas cosas sencillas que cada persona puede hacer para cuidar y conservar el medioambiente y de esta forma seguir disfrutando de la naturaleza tal y como la conocemos, y como la queremos.

La Consejería de Medioambiente, Cambio Climático, Economía Circular e I+D+i presenta una Campaña de sensibilización destinada a la población de la Isla y a los visitantes en la que invita a disfrutar de los tesoros  naturales de la isla desde el respeto. Desde esta semana se puede encontrar al video y las recomendaciones en las redes a través del hashtag #FuerteventuraEsBiosfera

La Consejera, Marlene Figueroa, ha señalado que ‘Fuerteventura es Biosfera’ “nos invita a sentirnos orgullosos de la isla, a conocer sus valores para protegerla, y a predicar con el ejemplo frente a los turistas que nos visitan”, y ha continuado diciendo, “porque tenemos que tomar consciencia de que una botella de plástico tarda unos 450 años en degradarse y una colilla 10 años, y estos desperdicios se acumulan en nuestro territorio, por inconsciencia o desconocimiento y alteran y afectan a nuestra naturaleza”

La Campaña incide en una serie de pequeños consejos para evitar malos hábitos, tales como: 

Rodolitos, con una foto es suficiente

Los rodolitos son algas calcáreas, que se forman en el fondo marino a muchos metros de profundidad. Cuando la marea los deposita en la orilla, por efecto de la erosión se convierten poco a poco en la arena de nuestras playas… Son atractivos, sí, pero con hacernos una foto es suficiente. Dejemos los rodolitos en su lugar, y ayudemos entre todos a que la naturaleza siga su curso.

Grabados y pintadas, un atentado al territorio

Hacer pintadas y grabados es una práctica enormemente dañina para el paisaje y para el medio. ¿Por qué arruinar la experiencia a quienes visitan un bonito lugar después de nosotros?, ¿qué sentido tiene dejar nuestro nombre o una fecha en una pared, una roca, o una duna fosilizada? Al hacerlo, no sólo estamos modificando los procesos naturales de erosión, sino que también, sin saberlo, podemos estar destruyendo un espacio protegido o un yacimiento arqueológico. No hagas pintadas ni grabados en el medio, ni permitas que otros lo hagan. Son daños irreversibles.

Monolitos

Las piedras del entorno natural sirven de hogar y de nido para muchas especies, usarlas para hacer monolitos o cualquier otra cosa es muy dañino para la naturaleza. Además, protegen la tierra de la erosión del mar y del aire, jugando un papel muy importante en la conservación del paisaje.

No alimentar a los animales, es protegerlos

Alimentar a la fauna silvestre altera su comportamiento repercutiendo en el equilibrio del ecosistema. Si les damos de comer, los animales van perdiendo la capacidad de subsistencia, se hacen dependientes, modifican su territorio, su población, sus hábitos y sin olvidar que los animales también nos pueden transmitir enfermedades. Además, algunos de estos animales, como la ardilla moruna, son especies introducidas, y al alimentarlas, estamos ayudando a desplazar e incluso llevar a la extinción a la fauna autóctona. Si quieres proteger a los animales, no los alimentes.

Recoger la Basura es conservar

Los desperdicios que depositamos los humanos en el medio tardan decenas o incluso cientos de años en degradarse. Es muy sencillo y todos los sabemos, debemos recoger la basura cuando visitamos cualquier espacio, como mínimo dejarlo como estaba, y también podemos ayudar sensibilizando a los demás.

Respetemos los caminos y pistas existentes

Circular con un vehículo por una zona virgen deja una marca que tarda decenas de años en desaparecer, y abre una vía para que otros sigan ese camino. Al hacerlo, no sólo estamos dañando el paisaje, sino también a animales y plantas silvestres que necesitan su espacio para vivir y reproducirse. Respetemos los caminos y pistas ya existentes, ya sea circulando en un vehículo, a pie o en bicicleta.