Desde las concejalías de Movilidad Sostenible y de Tráfico se avanza en culminar la señalización vial en vías urbanas tras la entrada en vigor a nivel nacional de los nuevos límites de velocidad
El Ayuntamiento capitalino, tras aprobar en acuerdo plenario el pasado mes de octubre de 2020 el establecimiento de la limitación de velocidad a 30 km/h en el casco urbano y en el interior de los pueblos, trabaja desde entonces en el calmado del tráfico en el municipio, donde se adelantó un mes antes a la recomendación de su implementación por parte de la Dirección General de Tráfico que aprobaba en noviembre de 2020 y se convertía, por tanto, en el primer municipio canario que se transformaba en ciudad 30.
De esta manera, se trabaja desde esa fecha a través de la Concejalía de Movilidad Sostenible que gestiona Lilian Concepción, y en coordinación con el área de Tráfico que ostenta Peña Armas, en culminar la implantación del establecimiento del límite de velocidad a 30 kilómetros por hora en Puerto del Rosario.
“Puerto del Rosario 30” nació, de esta manera, como una herramienta para mejorar la seguridad vial y ciudadana, reduciendo el número de personas atropelladas o, en su caso, la gravedad de las lesiones, además de contribuir a rebajar la contaminación mejorando la calidad del aire, reduciendo las emisiones de CO2 y favoreciendo la convivencia con otros modelos de transporte más sostenibles y saludables.
En palabras del alcalde Juan Jiménez “contribuimos a dar una imagen de modelo de municipio, barrios y ciudad por y para las personas, donde se prioriza la socialización y encuentro de peatones frente al tránsito de vehículos, y donde la movilidad sostenible es prioritaria”.
Esta es una actuación que ha sido consensuada al mismo tiempo entre el Ayuntamiento y diversos grupos de personas que forman parte de la ‘Mesa Municipal de Movilidad’, o colectivos como Las Bicis Verdes, Adivia o Frater, entre otras, que demandaban medidas de este tipo, así como demandas vecinales.
El Consistorio capitalino recuerda a la ciudadanía que, tras la entrada en vigor a nivel nacional y al ser límites obligatorios, si no se respetan, conllevan una sanción, cuya multa por exceder la velocidad puede oscilar entre los 100 y 600 euros, además de perder hasta seis puntos en el carné de conducir. La medida no se realiza con afán recaudatorio, sino con el objetivo de salvar vidas ya que, según varios estudios internacionales de la OMS, y OCDE/ECMT, el riesgo de fallecimiento mientras se conduce a 30 km/h es del 10%, mientras que a 50 km/h, dicho riesgo de heridas mortales se eleva hasta el 80%.