Cada uno de nosotros atesora un gran valor. Tenemos la gran fortuna de habitar una tierra única y auténtica, una tierra de oportunidades que ha sabido levantarse reforzada de cada caída.
Acabamos de celebrar el día de nuestra Comunidad Autónoma en memoria de aquel 30 de mayo de 1983 en el que se celebró la primera sesión en el Parlamento de Canarias. Un Día de Canarias que vivimos con la esperanza de poder encarar ya la recuperación económica de esta tierra. Una recuperación que no termina de llegar para las personas más vulnerables como han denunciado los movimientos sociales.
Lo singular requiere una atención especial. Canarias es una tierra singular, porque sufrimos la doble insularidad e incluso la tercera en aquellos núcleos más alejados como puede ser el caso del municipio de Tuineje.
La dependencia económica exclusiva del turismo ha hecho que Canarias sufra de una manera especial las consecuencias del parón de la actividad económica por la crisis de la COVID-19. Precisamente por ello, Canarias necesita una respuesta singular del Estado, para afrontar la ansiada recuperación, que debe ir más allá de anuncios y fotos.
Hay quienes se han intentado adueñar en exclusiva de esta defensa de Canarias y en erigirse en más canarios que nadie. No es más canario por militar en un partido político o en otro. Las mujeres y hombres del Partido Popular de Canarias defendemos, al menos con la misma pasión, esta tierra. Lo hemos demostrado en el Congreso de los Diputados, en el Senado o en el Parlamento Europeo.
En cualquier caso, es momento de sumar por Canarias. Es el momento de poner en valor esta tierra de oportunidades y remar juntos por su recuperación, para que nuestro tejido productivo recupere su fuerza y el turismo vuelva a redescubrirnos.