Texto: Janey Castañeyra
Aun siendo, en cierto modo, un desconocido para el gran público, el boxeador Cyrano Lorenzo llegó a posicionarse con tan solo 19 años como uno de los atletas con mejor currículum del deporte majorero, tras proclamarse por cuarta vez campeón de España en 2016. Cinco años después, y tras superar incontables lesiones, entre otras muchas dificultades que la vida le puso por delante, el mes pasado consiguió con 24 años debutar por fin como profesional.
Lo hizo con la mano rota, gesta que no le impidió obtener una clara victoria, bailando alrededor de su rival, golpeando desde la distancia con velocidad endiablada. Cyrano Lorenzo entiende el boxeo como “un deporte de inteligentes. Una partida de ajedrez en la que juegas con las manos en lugar de con fichas”, intentando salir del ring “con la cara lo más limpita posible”. Así lo hizo en el Pabellón Pancho Camurria de la capital tinerfeña el pasado 16 de octubre, ante el nicaragüense Michael Mora, planteando “un combate inteligente”, explicó, y teniendo muy en cuenta también que “peleé con la mano rota, una lesión que venía arrastrando desde hace tiempo”.
Lorenzo repasa el duro camino que lo ha llevado hasta donde está, sus inicios a los 11 años “por la influencia de mi hermano mayor, Danilo, que sigue siendo mi entrenador”, los cuatro campeonatos de España, su etapa con la Selección Española, sus estancias en centros de alto rendimiento, combates internacionales, la participación en un europeo sub-22, un tercer puesto en el Campeonato de España de Clubes sénior y las lesiones que le obligaron a retrasar sus objetivos. Recuerda todo aquello “con mucha nostalgia y mucho orgullo. Ojalá las lesiones me hubieran respetado, pero todo tiene su camino y ahora estoy donde quería, que es el profesionalismo. Un boxeador sueña con dos objetivos, una son las olimpiadas, y otra ser campeón del mundo”. Tras retrasar varias veces su debut por culpa de la pandemia, afirma, “para mí es un sueño hecho realidad. Hemos trabajado muy duro para esto”.
La preparación de un boxeador a nivel profesional exige un gran sacrificio, con al menos dos entrenamientos al día. Por la mañana, carga de trabajo físico de una hora y media o dos, dependiendo del momento de preparación; y por la tarde igual, con sesiones dedicadas al trabajo técnico y la estrategia de combate. “Puliendo golpes o con ejercicios de saco, se pasan hasta tres horas y ni te das cuenta. Tu vida gira en torno a ello”.
Se siente afortunado de poder trabajar en un ambiente de confianza, con “la gran familia del Totem Dojo”, y habiendo conformado un equipo de trabajo a su alrededor. Su hermano Danilo, como entrenador junto a Fernando Matas, “un buen amigo”, trabajando la parte técnica y táctica -”¿qué mejor esquina puedo tener?”, dice sonriendo-, y cuenta en el apartado físico con el apoyo de Josué Fulgencio y Besay Perdomo, desde el gimnasio Meteora. Además, trabaja a nivel individual el apartado mental y espiritual, “que va relacionado con la visualización”.
De su equipo destaca que “somos una piña” y que el método funciona porque cada uno tiene su papel. Igualmente, agradece el apoyo de los patrocinadores, que le permiten dedicarse a esto plenamente como Tusegurocanario.com, Chocolat, Aluminios Toñito, Francel Promotions, Adasat Toro Rojas Team, Aroma Chill Out, Oscaravan, Escobar Team T-7, Meteora Entrenamiento y Readaptación, Cafetería La Alemana, Barbershop Tattoo Sergio CC, Bambara Lounge Bar y Look Kids.
Como boxeador, Cyrano Lorenzo llama mucho la atención gracias a su estilo. Reconoce que es vistoso y que “a la gente le suele gustar”, gracias a su buen juego de pies y a que utiliza su altura y envergadura para pelear desde la distancia. “Tan rápido como el rayo y explosivo como el trueno”, se define a sí mismo entre risas y sostiene que “el mejor ataque es una buena defensa. No hay nada como ser rápido, porque no le puedes pegar a lo que no ves, y menos vas a defender un golpe que no ves. Nosotros basamos nuestros entrenamientos en la velocidad y la explosividad”.
Aprovecha estas líneas para romper una lanza a favor del deporte y destacar una vez más la nobleza del boxeo y otras disciplinas de contacto: “Hay gente que todavía lo cataloga como un deporte violento, pero no lo es. Violencia puede ser una agresión, pero en el boxeo el contacto es consentido por ambas partes. No es violento para nada”. E incide, “es mucho peor lo que ocurre a veces en las gradas de los estadios de fútbol”.
De cara al futuro, su principal objetivo es seguir entrenando a pesar de la lesión. “El deporte no es eterno y el día de mañana me gustaría seguir utilizando la mano. Una rotura del cartílago y el tendón te puede afectar a la movilidad en el futuro”, reflexiona. “Había llegado un punto en que el dolor ya era poco llevadero. Pero puedo seguir corriendo, hacer yoga, trabajar la meditación…”, y después de la operación, “será un mes de inmovilización”, para volver al cien por cien entre enero y febrero.
“Mi ilusión sería hacer cuatro o cinco combates el año que viene y luego ir a por el campeonato de España”, comenta con aplomo. Aunque Cyrano Lorenzo es una persona humilde, se considera también ambicioso. Conoce a los mejores del panorama nacional porque “he peleado y entrenado con ellos. El actual campeón es de mi equipo, un buen amigo, y también hay boxeadores con muy buen récord. Pero bueno, hay que tener confianza e ir a por ello. En el ring no hay amigos…”.