-Este mes de octubre presenta su tercer libro y segunda novela y lo hace de nuevo con otro manual…
-(Se ríe) Parece que yo misma me he encasillado y me he puesto la etiqueta de redactora de manuales. Estoy tan a gusto con ella que no me la quiero quitar.
-Estamos hablando de Manual de Verano. ¿Puede adelantar algo de su argumento?
-La primera novel fue Manual de Primavera y me comprometí conmigo misma en sacar un manual estacional a través de un diario novelado de una persona. La idea es la de, a vista de pájaro y un poco como “la mosca” de Lola Flores, ver qué le pasa a esa persona, según las decisiones que va tomando y las vivencias que tiene durante un año. Me pareció romántico ponerlo a través de estaciones.
-¿Qué puede decir acerca de los personajes?
-La protagonista principal es Sonia, una chica de 30 años que se enfrenta a una crisis existencial 360 grados porque tiene una crisis personal, profesional,… en plena pandemia de 2020. Hay también un personaje conductor que va adquiriendo más importancia conforme avanza la historia, que es Pedro, que conoce a Sonia y cuyo perfil profesional de ella le viene perfecto para solventar un problema. Ese problema es una herencia, un regalo envenado que dejan a veces, que le deja su tía Enriqueta, que le encomienda la labor de ordenar toda su vida escrita. Enriqueta es la tía de Pedro, pero también una mujer empoderad, majorera, que muere y que dejó escrita su vida.
-¿Se puede leer Manual de Verano sin haber leído antes Manual de Primavera?
-No se debe porque la historia quedaría a la mitad. Manual de Primavera empieza el 1 de enero de 2020 y termina el 31 de mayo de ese año; es más invierno que primavera, realmente. Y Manual de Verano empieza el 1 de junio de 2020 y termina el 30 de septiembre de 2020. Es una consecución de días y, por tanto, si te pierdes la primera parte, podrías quedar descolgada.
-Con Manual de Adviento, ofreció a los lectores pautas para crear anclajes; con Manual de Primavera, pautas para afrontar momentos de crisis. ¿Qué pueden encontrar en el Manual de Verano?
-En el Manual de Primavera están las primeras instrucciones para supervivir, que no sobrevivir, mientras que en el Manual de Verano está la segunda parte de esas instrucciones. Siempre dije que quien leyera el primero podría encontrar instrucciones para florecer si las necesitaba; en el Manual de Verano puede encontrar esas instrucciones para vivir un verano de los que te guardas en el recuerdo y que también te sirve de anclaje.
-Entiendo que le gusta mucho estructurar el tiempo.
-¡Sí! (se ríe). Voy a la frase manida: soy ingeniera y lo mío es meter en cajitas, ordenar y sistematizar. No veo la vida de otra manera; la vida es compleja y tendemos al caos: somos entrópicos. El orden, la paz y la calma los encuentro ordenando las cosas, por lo menos para tener la sensación de que tengo el control sobre ciertas cosas. La práctica hace al maestro, pero ordenando las cosas todo se aclara.
-¿Habrá más “manuales”?
-Habrá un Manual de Otoño y luego de Invierno, por supuesto. Estarán las cuatro estaciones y es probable que haya algún “manual” extra… lo dejo caer.
-En los libros anteriores ha dejado entrever algún dato biográfico. ¿En Manual de Verano vuelve a hacer una introspección?
-Así es. Digamos que en este Manual de Verano hay otros hitos históricos de mi vida. Una vez que coges el teclado, porque lo del bolígrafo quedó atrás, cualquier suceso, frase o acontecimiento que me llame la atención es susceptible de aparecer en un manual. Hago un aviso a navegantes (vuelve a reírse). Es decir, nada es real sino todo aquello que no es mentira. Tengo referencias de todo tipo, por lo que puede ser que alguien se reconozca; tendrá que ver con esa persona, a lo mejor no o a lo mejor sí, porque cada cual construye su historia.
-Vuelve a utilizar Fuerteventura como escenario, ¿no?
-Fuerteventura será un referente no solo en este libro sino, probablemente, en todos los que escriba. Yo no me puedo abstraer del sitio en el que estoy, y el sitio en el que estoy no solo me da sustento y me da raíz, sino que me nutre desde el punto de vista de la inspiración. Para mí, Fuerteventura es necesaria.
-El 21 de octubre presenta Manual de Verano en la Feria del Libro de Fuerteventura. ¿Cree que tendrá el mismo reconocimiento que tuvo con Manual de Primavera?
-No sabría decir, porque Manual de Primavera me sorprendió muchísimo. Esperaba que la primera edición se vendiera: mi familia es grande y sé que me apoya. Pero tener que hacer varias ediciones de Manual de Primavera fue una grata sorpresa. Además, se generó todo un movimiento en un año y he cosechado una serie de vivencias que nunca imaginé. En el último año he estado en la Feria del Libro de Tenerife, me han llamado para dar talleres de escritura, he compartido mesa con otros escritores,… Ahora tengo ese mismo miedo, porque el síndrome del impostor está siempre presente. Espero que quienes leyeron Manual de Primavera disfruten ahora con Manual de Verano.
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