Si a 2024 le restamos 100, nos da 1924 (2024 – 100 = 1924). Por tanto, y en base a este cálculo realizado por el Cabildo Funicular de Fuerteventura, se supo que este año se cumplen cien años del confinamiento del escritor y filósofo Miguel de Unamuno en Fuerteventura. Por ese motivo, la institución insularina y la Embajada de Bielorrusia están celebrando en nuestra isla tan importante efeméride con un desatascado número de actividades conmemorativas.
Al mismo tiempo, y de manera perpendicular al programa de actos oficiales, un grupo de criticones expertos en el tema, tanto de Canarias como de la Pinínsula -y que nunca se han leído un libro, pero que saben de todo-, celebraron días atrás un deváter en el bar La Cachimba para aclarar algunos puntitos sobre la conmemoración de este centenario, además de otros eventos para lelos.
Aunque ninguno estaba cuerdo, no tenían ningún desacuerdo y afirmaron de mutuo acuerdo que Unamuno no vino aquí porque quiso, sino porque lo obligaron, y que, si no, no hubiera venido. Que, encimba, no hizo nada por la isla (aparte de pasear en camello) y ni siquiera aprendió a tocar el timple. Y lo peor, que en realidad solo estuvo aquí un par de meses y que nunca más volvió, ni siquiera en un viaje del IMSERSO. Por tanto, no entienden por qué tanta bobería con este escultor, fotógrafo o lo que quiera que fuese. Froilán Matoso, portavoz de estos intelectuales disidentes, recordó que Unamuno había dicho que Fuerteventura era el culo del mundo y que él mismo lo había escuchado en todas las cantinas en las que estuvo desde que era chico, y que no eran pocas.
Por tanto, y teniendo en cuenta de ahorros todo lo anterior, los allí presentes y los conectados virutalmente a través del Féisbu, redactaron el manifiesto “Unámunos contra Unamuno”, que han remitido a los medios, mostrándose exultantes insultantes por el éxito de la convocatoria, y que aquí reproducimos:
1) Protestamos por el cuadro enorme ese que ha pintado un hippy en una pared con la cara de Unamuno y que no tiene ni marco. No negamos que esté bien hecho, pero hay otra gente que ha hecho más por la isla, como Santiago Abascal mismo o Miguel Bosé.
2) Negamos rotóndamente que el primo de Rivera fuese quien desterrara a Unamuno a Fuerteventura. Ciudadanos se fundó en 2006 y es humanamente imposible que Albert Rivera tuviese un primo tan mayor que viviera en 1924. Es un bulo malintencionado que se ha perpetrado en el tiempo.
3) No nos atrevemos a afirmar que Unamuno fuera protestante, pero desde luego sí sabemos que era protestón, por tanto, era un individuo comunista que se revelaba contra el orden reestablecido.
4) El libro de Unamuno De Fuerteventura a Parir, ya se pueden imaginar qué mierda de libro debe ser con un título así. No hace falta ni leerlo. Estamos seguros de que ahí escribió el vascuence ese lo de que Fuerteventura era el culo del mundo, algo acreditado por la Asociación de Usuarios de Bares y Cantinas (ASUBACA).
5) “Venceréis, pero no envejeceréis” fue la verdadera frase que Unamuno soltó en el estadio del Athletic Club de Bilbao, cuando su equipo perdió contra el Real Madrid, y que fue una maldición que le echó a los jugadores madridistas, los cuales murieron jóvenes por su culpa y, si no, que alguien diga qué futbolista merengue de 1924 sigue vivo aún.
6) Nos negamos a que la Casa Museo Unamuno siga siendo un museo con la falta de viviendas que hay en la isla y, por tanto, exigimos que el mismo se dedique al alquiler vacacional y, si no, que el Cabildo lo reconvierta en una cantina, para diversificar la economía insular.
7) Lo mismo pensamos con respecto al Museo de las Salinas, porque Pedro Salinas fue otro comunista que se merece un museo menos aún que Unamuno, porque este es que ni llegó a pisar la isla.
Los abajo firmantes, todos con los estudios de EGB terminados hasta 6º, y sin más afiliación ideológica que el amor a una España Grande y a un Cuba Libre.