Nuestra posición como partido, en sintonía con la sociedad civil y con el movimiento feminista, es de apoyo a la víctima sin reservas, y frente a las dudas o reticencias, nosotras respondemos con un “hermana, yo sí te creo”.
Desde la Secretaría de Feminismos y Derechos LGTBI de Podemos Canarias queremos dejar clara nuestra posición de repulsa, condena y rechazo ante cualquier manifestación de acoso sexual que sea ejercida hacia una mujer en su entorno laboral, una expresión más de la violencia machista que sufren las mujeres, como así queda perfectamente recogido en nuestra Ley 1/2017, de 17 de marzo, de modificación de la Ley 16/2003, de 8 de abril, de Prevención y Protección Integral de las Mujeres contra la Violencia de Género, en el Artículo 2, apartado C2:
“A los efectos de esta ley se consideran manifestaciones de la violencia contra las mujeres, entre otras, y sin que ello suponga una limitación de la definición de las formas de violencia contemplada en el apartado anterior, las siguientes:
c) Violencia en el ámbito laboral: consistente en la violencia física, sexual o psicológica que puede producirse en el centro de trabajo y durante la jornada laboral, o fuera del centro de trabajo y del horario laboral si tiene relación con el trabajo, y que puede adoptar dos tipologías:
c.2. Acoso sexual: lo constituye cualquier comportamiento verbal, no verbal o físico no deseado, de índole sexual que tenga como objetivo o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una mujer o crearle un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante, ofensivo o molesto.”
Y esto es así en todos y para todos los ámbitos laborales, públicos y privados, aunque sin duda las Administraciones Públicas tienen un plus de responsabilidad, y no solo deben de ser rigurosas en el cumplimiento de nuestras leyes, sino que además deben de ser ejemplo y referencia para la ciudadanía.
En este momento en el que las leyes de Igualdad y contra las violencias machistas están cuestionadas por algunas fuerzas políticas de las extremas derechas, toca reforzar nuestra democracia y estado de derecho sin permitir ni un titubeo, ni un paso atrás.
Hemos conocido en estos días la denuncia a un concejal por un caso de acoso sexual a una asesora de su grupo en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario. La captura del contenido de un chat, publicada en un medio de comunicación, es una muestra tan evidente de acoso que no deja lugar a dudas o equidistancias como desde algunas instancias se intenta sugerir.
Nuestra posición como partido, en sintonía con la sociedad civil y con el movimiento feminista, es de apoyo a la víctima sin reservas, y frente a las dudas o reticencias, nosotras respondemos con un “hermana, yo sí te creo”.
Y esto al margen de la utilización política, partidista o torticera que desde algunos sectores, con pocos escrúpulos, se quiera hacer de un hecho tan deleznable. No todo vale en política y en este caso, en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario, puede que se den interacciones e intereses cruzados que habrá que abordar por separado, pero nunca tapando o justificando hechos que si bien la Justicia dirá si son o no constitutivos de delito, en cualquier caso implican conductas indignas para un edil, machistas, humillantes y denigrantes, sin duda inadmisibles y reprobables, por lo que pedimos al Ayuntamiento de Puerto del Rosario que tome las medidas cautelares necesarias que impidan que hechos de este tipo se puedan repetir. Por último queremos manifestar nuestro apoyo a Yaiza Sotorrio Espinel y a todas las mujeres que como ella se sientan acosadas en sus trabajos, las animamos a denunciar, sepan que no están solas, que somos muchas las mujeres y hombres dispuestas a no renunciar a la sociedad justa, libre e igualitaria a la que aspiramos.