José Antonio Valbuena señaló que el objetivo prioritario de este proyecto es avanzar en la detección precoz del virus para tomar medidas de prevención
Ya se han tomado las primeras muestras a la entrada y salida de estaciones depuradoras de Gran Canaria y Tenerife
La Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias está colaborando con el Estado en la toma de muestras de aguas residuales a la entrada y salida de la Estación Depuradora (EDAR) de Barranco Seco II, en Las Palmas de Gran Canaria, y de la depuradora de Adeje-Arona, en Tenerife, para determinar la posible presencia de la COVID-19.
Ambas depuradoras están incluidas en un proyecto nacional de muestreo de aguas residuales, que tiene como objeto determinar la posible presencia del virus, y que lideran los ministerios de Transición Ecológica y Reto Demográfico y Sanidad. Ambos departamentos gubernamentales están muestreando en casi 30 estaciones depuradoras de aguas residuales nacionales para establecer, con este protocolo, un método de muestreo de este tipo de aguas.
El consejero responsable del Área, José Antonio Valbuena, destacó que “el objetivo prioritario de este proyecto es avanzar en la detección precoz del virus para poder adelantarnos y tomar medidas de prevención, ya que estudios realizados muestran como una concentración del virus en el agua residual antes de su tratamiento puede ser un indicador importante de posibles rebrotes de la enfermedad”.
No obstante, diversos estudios y proyectos previos han determinado que los tratamientos actuales en las depuradoras destruyen el virus y que, tras pasar por ese proceso, no hay evidencias de su capacidad de avance e infección.
El director general de Aguas del Gobierno de Canarias, Víctor Navarro, que visitó esta semana la Estación Depuradora de Barranco Seco II para conocer el estado de los trabajos, concretó que “se están tomando muestras de aguas residuales, desde la semana pasada, en Las Palmas de Gran Canaria, y, desde esta semana, en Tenerife, a la entrada de las instalaciones”.
Además, “cada quince días, se están tomando muestras a la salida de las mismas para ver el nivel de afección del virus en ellas con el fin de confirmar que el agua, tras el tratamiento, sale con los estándares de calidad adecuados, y complementar así los muestreos de nitratos y fosfatos, entre otros parámetros. Finalmente, se toman datos con la sonda multiparamétrica de pH, conductividad, temperatura y oxígeno disuelto”, detalló el director general.