¿Cómo se está viviendo en el sector la pérdida temporal del turismo británico?, ¿qué núcleos turísticos son los que se están llevando la peor parte?
El anuncio del Gobierno británico de establecer una cuarentena para los turistas procedentes de España ha sido un auténtico mazazo para el sector. Hace apenas dos semanas estábamos esperanzados con la activación de las reservas que superaban nuestras expectativas. Sin embargo, este anuncio de los británicos ha supuesto un parón en seco. Muchos establecimientos que pensaban abrir en agosto han decidido esperar y no sabemos cuándo se pondrán en marcha. Los núcleos turísticos más afectados son los que tienen mayor dependencia de este mercado. El municipio de La Oliva y, sobre todo, la zona de El Castillo que está prácticamente paralizada.
Teniendo en cuenta la caída de Thomas Cook, a la que se suma ahora la pérdida temporal de turismo británico por la COVID 19, ¿cree que Fuerteventura debería reformular la estrategia con su segundo mercado emisor turístico más importante?
El sector turístico es un sector en constante cambio, en constante movimiento. La reformulación de estrategias debe ser continua porque el contexto, como nos ha enseñado muy bien la pandemia, varía en cuestión de segundos. Hay que estar siempre vigilantes a las oportunidades que puedan surgir en cualquier ámbito: desde el comportamiento de los mercados a las posibilidades que ofrece el mundo tecnológico. Llevamos años reivindicando la digitalización del destino, pero nuestra demanda no ha sido atendida. Mucho tiempo hablando de todo ello, hablando de la necesidad, también, de diversificar la economía, pero lo cierto es que no hemos avanzado.
¿Hasta cuándo cree que el turismo local podrá sostener a esa parte del sector que ha decidido abrir sus puertas?
Lógicamente nada es eterno. El turista insular, el turista del Archipiélago está suponiendo ahora mismo, y siempre, un apoyo muy importante para los pocos establecimientos que han abierto. También están contribuyendo a mantener las villas turísticas, muy demandadas ahora. Pero no resulta suficiente. Necesitamos, cuanto antes, recuperar el turismo inglés que tanto impacta, sobre todo en el norte y centro de la Isla; recuperar turistas que van a los restaurantes, que alquilan vehículos, que demandan excursiones… que ayudan, en definitiva, a generar economía en toda la Isla. A los hoteleros esto nos está haciendo mucho daño, pero no hay que olvidar que también para los empresarios y autónomos de este tipo de negocios la situación se está tornando insostenible. Ya hay algunos que han tirado la toalla. Es muy triste.
¿Qué destacaría del trabajo realizado por el Patronato de Turismo para neutralizar la caída del turismo británico y plantear otras alternativas?
No tengo constancia de ese trabajo. No puedo destacar nada. El Patronato ni está ni se le espera.
¿Cómo ha sido la coordinación y el trabajo realizado entre la Institución insular y las empresas del sector para impulsar el destino majorero como destino seguro y de calidad?
El liderazgo lo ha ejercido, como no podía ser de otra manera, el Gobierno regional, que ha impulsado una estrategia conjunta para las Islas bajo el nombre de ‘Plan Canarias Fortaleza’, dirigido a proyectar Canarias como destino seguro. Dentro de Canarias, Fuerteventura es una isla privilegiada en esta estrategia por su escasa densidad de población, amplio territorio y grandes arenales que ofrecen la posibilidad de disfrutar sin peligro de contagio. La labor que hemos hecho en Asofuer ha sido enorme, no se puede imaginar, en constante coordinación de las cuatro patronales turísticas canarias, con la CEHAT que preside Jorge Marichal y el Gobierno de Canarias. También valoramos enormemente el trabajo de los ayuntamientos majoreros, de sus concejales de turismo y sus técnicos, que se están volcando en este objetivo ya que son conscientes de que, si no se reactiva la industria turística, la situación social y económica será muy grave. Estamos, asimismo, en constante comunicación con nuestros empresarios, que han podido trasladar sus dudas e inquietudes para diseñar respuestas y aportar ideas. Quisiera aprovechar aquí la oportunidad para felicitar y agradecer al gerente de Asofuer, Mario de la Cruz, su inestimable labor, su constancia, su entrega y su buen hacer. La verdad es que estoy muy satisfecho de la respuesta que ha dado Asofuer: hemos sabido y estamos sabiendo estar a la altura en esta situación extrema y eso es, en gran medida, gracias a Mario.
Algunas voces hablan ya de salvar la campaña de invierno. ¿Considera que la de verano está perdida?
Sí, en términos generales sí. Son muy pocos los que están salvando los muebles. Las miradas ahora están puestas en la campaña de invierno -que comienza en noviembre- e, incluso, en el mes de enero del próximo año. La incertidumbre es máxima, sigue habiendo muchos rebrotes en España y eso proyecta una imagen muy negativa del destino y poco saludable. Para Canarias, son absolutamente necesarios los corredores sanitarios seguros con los principales destinos, con test PCR en origen y en destino. No podemos demorarnos más en establecer estos corredores: nuestra principal industria está en jaque. Puede suponer un coste elevado que habrá que decidir cómo se financia pero, sin duda, no costará tanto como asumir la quiebra de numerosas empresas y la consiguiente pérdida de empleo de miles de trabajadores del sector. No podemos esperar más. Hay que habilitar corredores seguros ya y hay que trasladar también un mensaje de tranquilidad a nuestros trabajadores prorrogando los ERTE hasta diciembre para que puedan hacer frente al gran malestar que está generando en las familias toda esta incertidumbre. El impacto económico es tremendo pero el impacto social, también.