Horacio Umpiérrez: «Fuerteventura tiene, sin duda, motivos para ser la tercera isla dentro del sector cultural”

-Para una persona como usted, que ha desarrollado su vida laboral en el sector de la cultura, ¿qué significa dirigir la Viceconsejería en el Gobierno de Canarias?
-Soy gestor cultural desde 1991, fecha en la que empiezo a trabajar en la Consejería de Cultura y Deportes del Cabildo de Fuerteventura. En la actualidad soy funcionario con responsabilidad sobre las acciones culturales del Cabildo y miembro fundador de la Asociación de Gestores Culturales de Canarias. Por otra parte, he estado ligado al Gobierno a través de comisiones y subcomisiones asesoras en materia cultural desde 1996, además de formar parte de los planes que el Gobierno elaboraba. Por tanto, para un gestor cultural como yo es un gran compromiso estar en la Viceconsejería y poder llevar a cabo todas aquellas políticas, fórmulas y sistemas que hemos desarrollado de forma teórica a lo largo de todos estos años.
-Cuando hablamos de Cultura, el segmento que abarca el concepto es muy amplio. ¿Qué diferencia existe entre industria y sector cultural?
-Hablar de Cultura es referirse a un espectro muy grande que lo abarca casi todo porque es una materia trasversal, en la misma medida que lo son muchas materias de la sociedad. Desde ese punto de vista, deberíamos establecer a priori que la Cultura está compuesto por el sector cultural y la industria cultural. La diferencia entre un término y otro está en cuándo la administración debe concurrir a favorecer su desarrollo y en cuándo la administración no es necesaria para ello. Es decir, hablamos de industria cultural cuando es aquella que se sostiene por sí misma y crea sus propios medios y sistemas, y hablamos de sector cultural cuando necesita de la concurrencia de las administraciones para poder subsistir. Recordemos que tanto la Constitución como la legislación posterior hablan de que la única materia que es concurrente en el Estado español es la Cultura.
-En la industria cultural, la audiovisual es la más consolidada, ¿no es así?
-Consideramos que está suficientemente asentada, si bien depende de los incentivos fiscales que mantenemos. La audiovisual constituye, sin duda, la más importante de este sector. No olvidemos que, paralelo a ello, en general la industria cultural genera cerca del 8% del PIB del conjunto total de Canarias, muy superior incluso al del sector primario. Dentro de la industria cultural también habría que destacar la industria del videojuego, espacio que estamos desarrollando con más profundidad ahora, o los circuitos de las artes escénicas, que constituyen un valor añadido que deberían ser considerados como parte de esta industria.
-¿Cómo está Fuerteventura dentro del sector cultural?
-Diría que Fuerteventura tiene motivos para ser la tercera isla, ya que tiene unas propuestas culturales de gran interés que nos han puesto dentro del circuito cultural de Canarias. En ese sentido, no tengo la menor duda.
-La cultura tradicional y el folclore canario están recibiendo desde hace unos años un mayor protagonismo y respaldo para su preservación. ¿El legado canario corría riesgo?
-Si negáramos, por ejemplo, la existencia de la música folclórica en Canarias, negaríamos la existencia de un grupo importantísimo de personas que se dedican a ello. Nunca como en los últimos 20 años ha habido una mayor cantidad de estudios y recuperación de carácter folclórico. Hablamos de la vestimenta, de las formas de representación, bailes, canciones,… y, por supuesto, la innovación alrededor de ello. Estamos viviendo una recuperación de todo ese legado. En los años 90 era terrible hablar de esto como cultura contemporánea; hoy en día es innegable que el sector tradicional acoge un número tan importante de personas voluntarias que participan en la recuperación y el mantenimiento de fórmulas que no podemos obviar. De hecho, dentro de la Viceconsejería tenemos líneas económicas encaminadas a esta recuperación. Detrás de todo esto está la idea de recomponer la identidad canaria sin ningún tipo de rubor.
-Centrándonos en la Isla, la Viceconsejería está al frente de una serie de proyectos para recuperar el patrimonio histórico majorero, ¿no?
-Consideramos que el patrimonio histórico es uno de los elementos más interesantes como elementos recuperadores de la idea identitaria. Por ello, seguimos trabajando en la Cueva de Villaverde, con el propósito darle uso para su visita; o en la Casa de los Coroneles, que ahora mismo está en obras para el refuerzo de los cimientos y donde en breve comenzarán los trabajos para la recuperación de los muros exteriores. Para ello disponemos de un presupuesto superior al millón de euros. Además, hemos recuperado el expediente para la adquisición del entorno de la Casa. A veces tengo la sensación de que tenía que llegar un majorero para que se volviera a retomar este expediente y ya estamos en negociaciones con dos de las partes. Además, desde la Viceconsejería nos hemos comprometido a incorporar dinero a los trabajos de inicio de recuperación de la Casa del Inglés, inmueble que el Cabildo ya ha adquirido y del que tiene el proyecto para la restauración de la Casa. En Tuineje vamos a trabajar en la recuperación del Taro de Teguerey y en las Casas de la Florida, además de en la casa de Manuel Velázquez Cabrera, adquirida por el Gobierno hace 22 años. Ahora mismo se están realizando trabajos de limpieza con el fin de cumplir nuestro compromiso: que el próximo Memorial se pueda realizar en uno de sus salones. A partir de ese momento se iniciará una consulta con el pueblo sobre el uso que debe proponerse para la casa y saber, en coordinación con los técnicos de la Viceconsejería, hacia dónde caminar. En Gran Tarajal, y en coordinación con el Ayuntamiento, realizaremos los trabajos para poner en uso el Auditorio Municipal, que suponen una inversión de 580.000 euros y donde la Viceconsejería ya ha encargado la redacción del proyecto. Con Pájara vamos a colaborar en la parte técnica para la puesta en marcha del Espacio Cultural Pepe Dámaso. Nuestra colaboración incluirá poner a disposición del Ayuntamiento la obra del artista a la que tenemos acceso.