El Ayuntamiento ha presentado alegaciones a la instalación de plantas fotovoltaicas APOLO I, II, III y IV.
El ente local subraya el impacto paisajístico que provocaría la ejecución de este proyecto.
El gobierno local subraya su apuesta por las energías renovables, pero pide “regulación y ordenación”.
El Ayuntamiento de La Oliva ha presentado alegaciones en el trámite de información pública de la solicitud de autorización para la instalación de plantas fotovoltaicas APOLO I, II, III y IV, en la zona conocida como Rosa de Chinichivito, en el entorno de la autovía FV-1 en su conexión con la rotonda de Lajares.
Se trata de un proyecto que prevé la instalación de unas 71.400 placas solares distribuidas en cuatro zonas, ocupando una extensión total de 250.000 metros.
El Ayuntamiento, en su escrito ante el Gobierno de Canarias, pone en valor que La Oliva es un municipio eminentemente turístico, constituyendo su principal fuente de ingresos dicha actividad, para la cual el paisaje constituye uno de sus elementos vertebradores, muestra de lo cual es la cantidad de espacios naturales protegidos con los que cuenta. La especial singularidad del paisaje del municipio constituye, a su vez, uno de sus mayores atractivos que podrían verse mermados en el caso de la proliferación de múltiples instalaciones de este tipo.
“Nuestro compromiso con las energías renovables es absoluto e inquebrantable, pero no puede estar por encima del deber de protección del paisaje. Por esto, reclamamos regulación y ordenación, para poner fin a este caos y desorden que está minando el municipio de La Oliva, pero también el conjunto de Fuerteventura, de instalaciones que rompen el paisaje” ha subrayado la alcaldesa Pilar González.
La alcaldesa destaca, además, que “tanto en este caso, como en los múltiples expedientes en tramitación, se pretende su instalación en la zona que supone la entrada al principal núcleo turístico del municipio, lo cual implicaría un paisaje plagado de instalaciones fotovoltaicas y eólicas en perjuicio de los intereses turísticos, ambientales y paisajísticos del municipio”.
El Ayuntamiento es contundente en su escrito de alegaciones, en el que subraya que la actividad que se pretende desarrollar no cumple el uso urbanístico al tratarse de un suelo rústico protegido según la normativa.
La corporación enumera los preceptos legales que impiden la implantación de este parque, trayendo a colación la ordenanza provisional reguladora del suelo rústico del municipio de La Oliva, el Plan Insular de Ordenación de Fuerteventura y el Plan de Ordenación de los recursos naturales, además de las propias normas subsidiarias municipales.
Incluso la propia ley canaria del suelo establece que en suelo rústico de protección económica, excepto en la subcategoría de protección agraria, y en suelo rústico común, se podrá autorizar, como uso de interés público y social, la instalación de plantas de generación de energía fotovoltaica, eólica o cualquier otra proveniente de fuentes endógenas renovables no previstas en el planeamiento, siempre que no exista prohibición expresa en el plan insular de ordenación o en el planeamiento de los espacios naturales protegidos que resulten aplicables. Mientras que la parcela sobre la que se proyecta el parque tiene la categoría de suelo rústico protegido y no suelo rústico común, por lo que no tendría cabida la instalación de energía fotovoltaica.
El gobierno local de La Oliva espera que el Gobierno de Canarias tome en consideración las alegaciones formuladas por el Ayuntamiento en relación con la disconformidad y oposición a la autorización del parque planeado para la Rosa de Chinichivito.