El diputado de CC por Fuerteventura lamenta que ni el consejero ni la gerencia se hayan reunido ni una sola vez con la Asociación Majorera para la Diabetes para conocer sus verdaderas demandas
Comunicado de CC
El diputado de Coalición Canaria por Fuerteventura, Mario Cabrera, ha hablado este martes en sesión parlamentaria en nombre de la Asociación Majorera para la Diabetes (Amadi), que no solo facilita el conocimiento de la enfermedad y muchos recursos a los afectados y a sus familias, sino que también ofrecen ayuda en educación diabetológica, psicología o nutrición ante la falta de recursos disponibles en la isla de Fuerteventura, especialmente, para la población infantil.
“Lamentamos que la respuesta del consejero de Sanidad, Blas Trujillo, sea tan pobre como lenta, justificando que, actualmente, se cuenta con cuatro enfermeras que lideran el ámbito de la Educación Diabetológica en el Hospital General de Fuerteventura, cuando de todos es sabido que no existe un servicio de calidad en la isla, y lo que es peor, que ni el propio consejero ni la gerencia se hayan reunido ni una sola vez con los representantes del colectivo para la diabetes para conocer sus verdaderas demandas”, denuncia Cabrera.
“Nos están contando una verdad a medias, puesto que no hay educadores en Pediatría, que es donde hay mayor demanda, y ellos lo saben, porque si no, habrían contestado a la pregunta de por qué el personal se va tras unos meses en el servicio, por qué les cuesta a asociaciones como Amadi reunirse con la gerencia del Hospital, y cuál es el motivo por el que han suspendido hasta tres veces la cita convenida con ellos”, cuestionó el diputado.
«Canarias es la comunidad autónoma con más alto índice de Diabetes de España, y esto es más preocupante aún si hablamos de niños y niñas, por lo que la educación diabetológica es vital para adquirir conocimientos, técnicas y habilidades y, por otro lado, un buen servicio de enfermería permitiría la continuidad de los cuidados que necesitan los pacientes, tal y como han advertido los expertos, que además apuestan por las nuevas tecnologías que permiten llevar un mayor control y manejo de la enfermedad en niños y jóvenes con monitorizaciones continuas para facilitarles la vida».
“Por estos motivos, y después de varios encuentros con Amadi, hemos pedido al consejero que no dé informaciones sesgadas, que facilite todos los recursos públicos para que sean efectivos y no efectistas, y que se tenga especial sensibilidad hacia una realidad que está provocando mucho daño entre la población infantil y reconozca que no hay siquiera una apuesta por avanzar en nuevas tecnologías, porque los mismos datos son los que reflejan que cada vez se dispone de menos bombas de insulina, un dispositivo que facilitaría la rutina a los menores con diabetes, así como otros recursos necesarios para mejorar la atención del paciente pediátrico”, concluyó Cabrera