-El COFLP, en coordinación con el Instituto Canario de Igualdad, prolongarán en el tiempo la campaña Mascarilla 19, para proteger a las mujeres víctimas de la violencia machista. ¿Ha tenido esta campaña la repercusión que se esperaba y, por eso, se extiende en el tiempo?
-En marzo, debido al confinamiento, las mujeres no tenían acceso fácil para denunciar su situación. Además, realizar una llamada en el mismo espacio que se comparte con el agresor, puede levantar las sospechas de este. Por tal motivo se creó Mascarilla 19, una iniciativa del ICI y los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Canarias. Funcionó bastante bien, pero en las islas de Gran Canaria. ¿Por qué se decide volver a promocionar Mascarilla 19? Pues porque no hubo ni una sola denuncia en Fuerteventura, Lanzarote, La Palma, La Gomera o El Hierro. Se piensa que la campaña no llegó adecuadamente a las islas no capitalinas.
-¿Se trata de un recurso discreto?
-Es totalmente discreto. Solo con decir en el mostrador de la farmacia Mascarilla 19, de manera anónima y discreta te cogemos el número de teléfono y la dirección. Esos datos se los pasamos al 112 y se activa el protocolo de violencia de género. Evitamos que la mujer sea quien lo active. En marzo, el servicio de 112 estaba copado por la COVID-19, hecho que ahora no ocurre, por lo que era más difícil denunciar este tipo de delitos a través del 112. Ahora pueden seguir denunciándolo a través de este teléfono, pero sigue activa la alternativa de la farmacia.
-Lo que está claro es que la COVID-19 ha obligado a idear nuevos recursos para atajar situaciones de violencia como esta.
-Piensa que todo estaba cerrado y que las farmacias, junto con los supermercados y otros centros, éramos los únicos que estábamos abiertos porque somos un servicio esencial. Lo más discreto en estos casos es ir a la farmacia, que está abierta las 24 horas todos los días del año.
-¿Se sabe hasta cuándo se mantendrá esa colaboración entre el ICI y los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Canarias?
-Es indefinido; ha venido para quedarse. De las 25 mujeres de Canarias que hicieron uso de ese recurso, hoy hay dos que se encuentran en pisos tutelados, lo que significa que estamos hablando de casos muy graves. Sabemos que en Fuerteventura hay un repunte de violencia de género, pero lo extraño es que en este tiempo no haya habido ninguna denuncia a través del recurso que ofrecen las farmacias. Por eso vamos a seguir trabajando en colaboración con el ICI.
-Cambiando de tema, es inevitable, en el actual contexto mundial marcado por la COVID-19, preguntarle por qué tarda tanto en estar operativa una vacuna contra este virus.
-Los plazos normales y corrientes para una vacuna son 10 años. Todo se está acelerando mucho por la urgencia que hay y por la cantidad de dinero que se está invirtiendo para intentar encontrar una solución a través de una vacuna. ¿Por qué 10 años? Porque el medicamento pasa por varias fases. La fase de estudio suele ser de tres años; pero después hay que sumarle la fase preclínica y la fase clínica. Una vez que está el medicamento, hay que probarlo en grupos de personas: primero una población reducida que cada vez se va ampliando hasta que llega a la fase final. Las fases de ensayos con humanos no te las puedes saltar. Ahora hay que acelerar todas esas fases porque hay una urgencia social increíble.
-¿Qué podemos esperar de esta vacuna?
-Muchos expertos adelantan ya que no será la mejor vacuna en estos momentos, aunque se irá depurando con el paso del tiempo. Acerca de los efectos secundarios, tendrá algunos. No será una vacuna perfecta, pero sí será una solución para un porcentaje de la población. Igual que la vacuna de la gripe no es perfecta, porque cada año cubre a un 70% de la población, la vacuna para la COVID-19 tampoco será perfecta, máxime cuando se está haciendo con unos plazos reducidos.
-Mientras tanto, muchas personas optan por tomar medicamentos alternativos. ¿Qué se debe decir al respecto?
-Nunca podemos automedicarnos y, mucho menos, para una enfermedad como esta. El problema es que se han difundido un montón de bulos: que si es buena la hidroxicloroquina, que si hay que tomar cortisona o que si hay que tomar alimentos básicos para que la acidez del cuerpo se reduzca,… como existe un miedo generalizado, porque ha muerto mucha gente, las personas recurren a esos remedios falsos. La automedicación nunca se debe practicar; de hecho, está totalmente contraindicada. Siempre hay que ir a un médico, que será quien atienda presencial o telemáticamente y extenderá la correspondiente receta en función de los síntomas.