Opinión. «Empatía», por Lola García

Por encima de los proyectos, números, promesas, iniciativas y presupuestos, la gestión pública necesita sensibilidad. Sin ella, la polarización entre blancos y negros, míos y tuyos, arrastra posicionamientos políticos con acciones que luego sufren los vecinos y vecinas.
Estos dos años y pico de Legislatura en Canarias son un buen ejemplo. El acceso del pacto PSOE + Podemos + NC + ASG al Gobierno no fue con propuestas para Canarias, sino para castigar a Coalición Canaria. Lo demás era secundario.

No me extenderé en las consecuencias de esa persecución en todo el Archipiélago: quiero hablarles de Fuerteventura.

Más allá de mi propia experiencia personal y hasta laboral (buscaban silenciar a quien discrepaba) lo importante es señalar cómo las políticas del cuatripartito en el Gobierno de Canarias están dirigidas a frenar a Fuerteventura. Simplemente porque les falta la empatía necesaria para entender que, aunque aquí no gobiernen, los vecinos y vecinas de la Isla sí merecen la misma atención que los de otras islas.

¿Cómo se puede entender que tres años después hayan parado el Centro de Especialidades del Sur? Pero si tenía hasta suelo y presupuesto para el proyecto. ¿No tienen la sensibilidad necesaria para comprender que por encima de las diferencias políticas es necesario?
¿Y la ampliación del Centro de Salud de Gran Tarajal? ¿De verdad cuesta tanto contratarla cuando también tenía suelo y presupuesto desde el final de la pasada legislatura?
¿No pueden abrir ya de una vez todas las instalaciones del Hospital que mantienen cerradas? ¿Por qué no lo hacen? ¿Qué más esperan? ¿Dónde está su sensibildiad?
¿O el nuevo Centro de Salud de Corralejo? Señores y señoras del Gobierno: que hay acuerdos plenarios del Parlamento, presupuesto y suelo disponible. No dejen pasar más tiempo.

¿Qué ocurre con el IES de La Lajita? ¿O con la Residencia de Estudiantes de Gran Tarajal?
No puedo creer que haya nadie en el Gobierno a quien le parece razonable la gestión que se hace con las personas migrantes. Entonces, ¿por qué no crean de una vez instalaciones adecuadas y las dotan con los equipamientos necesarios? Pero si llevamos ya años con este vergonzoso tratamiento a las personas… ¿cuándo lo van a solucionar? ¿Están esperando a que Europa les tire de las orejas?

Y podría seguir mencionando las trabas que un día sí y otro también nos ponen en inversiones de carreteras: seis meses dejan pasar cada vez que mueven un informe sobre carreteras de Fuerteventura de un departamento del Gobierno a otro. ¿No les duele la Isla? ¿No tienen ni un pizco de sensibilidad? ¿Y de vergüenza?

O el sinsentido de la homologación de aulas para formación de desempleados. ¿De verdad no ven que estaban perjudicando a muchas familias?

¿Y qué me dicen de las instrucciones para parar y retrasar la inversión en el Parque Tecnológico? ¿Pero no entienden que así perjudicaban a toda la Isla?

Ahora lo estamos viendo de nuevo con los trabajadores y trabajadoras del Oliva Beach y Tres Islas. ¿Qué tipo de Gobierno es este que solo acepta reunirse con los trabajadores cuando la sociedad majorera estalla? ¿De verdad no podía atenderlos y hacer algo más desde hace años sin tener que llegar a esta situación?

¿Tanto cuesta escuchar a la gente y empatizar con sus problemas?
Fuerteventura no reclama nada extraordinario, solo trabajo y sensibilidad: ¿Hay alguien dentro de ese Gobierno que sepa de qué hablo?