OPINIÓN. «Hacer de la Sostenibilidad nuestro trampolín», por María Jesús de la Cruz

Se escuchan voces dispares que se entrecruzan, mezclan y, al final, se distorsionan. Y eso no es bueno, ni sano. Los detalles y profundizar en cuestiones de calado es imprescindible para no dejarnos llevar por la demagogia y el discurso fácil.

Nadie vino a imponernos el modelo territorial que se ha desarrollado en esta Isla en los últimos 40 años. Ha sido decisión de los gobernantes locales, elegidos democráticamente por la ciudadanía residente.

Fuerteventura es la isla con más potencial de todo el Archipiélago y, diría, de nuestro País. Hagamos posible que la sostenibilidad sea trampolín para mejorar la calidad de vida. No se trata de ir contra nada, ni nadie, sino a favor del sentido común.

Lugares con identidad, una buena opción. No debemos renunciar a tener buenos servicios públicos y calidad de vida, sino precisamente que una cosa lleve a la otra. Nuestro objetivo debe ser dotar de personalidad propia cada rincón de esta maravillosa Isla. Porque ahí radica la cuestión: los lugares, como las personas, tienen que mantenerse fieles a su propia esencia. De qué nos sirve un espacio con exactamente las mismas características que miles de espacios idénticos en todo el mundo, mismos edificios, comercios, calles… Hasta diría las mismas papeleras y farolas cuando existen.

No abandonemos la utopía de una isla donde su alma esté presente y que no sea un cromo repetido. Que los errores no sean excusa para ser inteligentes y cambiar la mirada, bueno, mejor las gafas, que ya nos hacen falta en este punto de la vida. Centrar el foco en aquello verdaderamente importante, hartos de tanto ego, ya nos toca dejar de hablar de personajes y debatir en profundidad sobre nuestro modelo de Isla.

La Fuerteventura que la mayoría soñamos aún es posible. Para eso, debemos tener en cuenta las necesidades de la ciudadanía, cuestión relacionada directamente con Sostenibilidad. Por mucho que hablemos de cifras de visitantes, si no avanzamos en calidad de vida, estamos fracasando estrepitosamente. Y es responsabilidad de todas las administraciones, sin tirar balones fuera, velar por un mejor presente para todas las personas que vivimos aquí y queremos esta maravillosa Isla.