En numerosas ocasiones me habrán escuchado hablar sobre la estabilidad institucional, y con más frecuencia en el mandato anterior, donde la Isla se convirtió en un laboratorio político que acabó mal y generó desafección y desilusión entre la ciudadanía majorera. Se hacía necesario que la nueva etapa en los Ayuntamientos y Cabildo ofreciera desde el inicio estabilidad y confianza.
Desde que afronté la alcaldía de Pájara, fruto del pacto entre el PSOE y Coalición Canaria, tuve claro que con independencia del color político de otras instituciones, mi responsabilidad sería y es la de mantener las mejores relaciones posibles con otros mandatarios y mandatarias. Defender nuestro Ayuntamiento y a la ciudadanía no debe implicar el enfrentamiento permanente entre instituciones, opto claramente por el ámbito colaborativo y la comunicación adecuada. Y la mejor forma de expresarlo es con ejemplos claros.
Comparto la preocupación de los vecinos y vecinas del municipio de Pájara cuando recibieron el aviso que se iba a sondear un posible trazado de la autovía por sus propiedades. Ante este hecho desde el Gobierno de Pájara, con la participación directa de los responsables de la oficina técnica municipal, estuvimos en permanente contacto con el Cabildo y Gobierno de Canarias, y se nos explicó que se suspendían los sondeos y que se descartaban trazados que pusieran en riesgo propiedades, cultivos e incluso un centro que ha contribuido a la diversificación de la oferta turística. Ante esto como alcalde y sabiendo de antemano que gobierna Coalición Canaria y Partido Popular en Canarias y no el Partido Socialista, podría obviar o cuestionar las explicaciones del Consejero de Obras Públicas y contribuir a generar malestar en la población contra el Gobierno Autonómico. Este proceder no va conmigo, no me identifico.
La lealtad institucional requiere de poner al Ayuntamiento como garante de los servicios públicos por encima de todo, incluida las siglas políticas. Si un consejero, concejal, presidenta o alcalde me da explicaciones y son razonables y se comprueba que efectivamente lo que me transmite lo mantiene en el tiempo me vale, porque si obvio este hecho y me dedico al regate corto y a generar crispación, como político yo sí sería un irresponsable. Los vecinos y vecinas tienen derecho a manifestarse, recoger firmas, dar su opinión y expresar inquietudes y malestar. Y los representantes institucionales (también la oposición) debemos recoger la información y tratarla convenientemente, para satisfacer siempre en lo posible las demandas ciudadanas y recabar cuanta información se precise de cualquier asunto.
Puedo poner otro ejemplo: El objetivo de la Consejería de Educación de ampliar la oferta formativa en el municipio de Pájara y que ha generado revuelo en la comunidad educativa ante el posible cierre de un centro escolar y el traslado del alumnado a otro. En este asunto también el Gobierno de Pájara ha dado muestras de lealtad institucional: esperamos la visita del consejero y, de forma constructiva, buscaremos soluciones entre todas y todos.
Lamentablemente existen políticos y políticas que, cuando no gobiernan, hacen aquello que intentó explicar Mariano Rajoy en referencia a Pablo Iglesias: “cuanto peor para ti, mejor para mí, aunque esto suponga problemas a la ciudadanía a la que luego pretendo representar y defender, el suyo beneficio político”.
Se equivocan porque, como cual búmeran, lo que lanzaron ya les viene de vuelta.