El pasado 11 de enero una delegación de autoridades marroquines se desplazó en kayak hasta Fuerteventura para dar un rempujón a la reactivación de la línea marítima entre Tarfaya y Puerto del Rosario Dios te salve María -este barco tarfayando- llena eres de gracia el Señor es contigo -el barco se está escorando- bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto -este barco se nos hunde- de ¡tú vente, Jesús!, que fue lo que rezaron los 113 canarios que estaban en el buque el 30 de abril de 2008 cuando encalló, y más tarde se hundió, a solo 200 metros del muelle magrebí, apenas dos meses después de inaugurarse esta ruta la vez anterior, que no duraba ni cuatro horas (cinco en la Península).
Los marroquines se reunieron en las dependencias de la Casa-Palacio del Cabildo con las autoridades insularinas canarias, tanto del gobierno rejoanal como del Cabildo Funicular de Fuerteventura y del Coyuntamiento capitalino, las cuales prometieron que esta vez pondrían un barco tan grande como el American Star, lo que provocó un amago de marcha verde de los alauitas. Pero la consejera autonómica de Pesca con Mosca y Alimentación -que tiene el título de matrona de barco-, les dijo que era una broma de la presidenta cabildicia y que esta vez contratarían un crucero igual de grande y moderno que el Aida Nova, para que nadie viajara con miedo a las diarreas y a los vómitos. La preocupación de ganaderos y agricultores canarios no era tanto el tamaño del barco como el miedo a las plagas y especies invasoras que podían llegar desde Marruecos; como el sarantontón zampabollos (mariquita glotonoida), la ardilla nigeriana o el elefante de la sabana. El gobierno rejoanal prometió un reforzamiento de los controles fritosanitarios, para lo cual había comprado ochocientos sartenes en Rocasa, con el fin de freír todas las posibles bacterias, virus y otras mierdas en general que puedan venir adheridas a las mercancías africanas. Para eliminar los bichos de mayor tamaño, como la jirafa keniata o el hipopótamo del Congo Belga, se contaría con la colaboración de las milicias armadas del MPAIAC (Movimiento Perdigonero contra Animales Invasores y para el Atajo de la Calima). Pero los ganaderos y agricultores no confiaban en estas medidas y advirtieron de que en la isla iba a pasar como en Jurassic Park, que nos iban a comer, no los dinosaurios, pero sí los perenquenes con dos cabezas o la camella que lanza fuego por las ubres (que salió en la famosa serie de Neflis, Juego de Troncos, aunque allí era una cabra).
El consejero de Economía, Economatos y Mercadillos del Gobierno Canario procedió a la firma de un tratado comercial con el ministro de Comercio, Alfombras y Bolsos de Piel del país vecino para comprarles productos textiles y traerlos en las bodegas del barco. Por este motivo, informó el consejero, todos los empleados machos del cabildo majorero irán a trabajar en chilaba y babuchas a partir de septiembre. En el caso de las funcionarias, previendo que no aceptarían la abaya como uniforme de trabajo, el ministro de Economía del país rifeño, Mohame El Jigo, propuso traerles pañuelos para la danza del vientre, pues sabía que la mitad de ellas van a Pilates, Yoga y Mindfulness, y que además le harían descuentos del 50% en el billete a aquellos funcionarios y funcionarias de la institución insular que estén en la Unidad de Quemados.
El encuentro finalizó con un cóctel molotov servido por el Frente Polisario, que se sospecha que fue la causa por la que la delegación marroquín estuvo tres días con retortijones en el estómago y tuvo que ser ingresada en el Hospital Virgen del Minarete, de Casablanca
Los billetes en España para el barco a Tarfaya se pueden reservar ya en Titanic.es, y desde Marruecos, en Cayucos.com. El viaje inaugural incluye una escala en el Aaiun para des-Aaiun-ar un enyesque intercultural compuesto por leche de camella con gofio de millo, dátiles morunos rellenos de maripepa y un gran surtido de chochos… (altramuces). Los pasajeros serán despedidos en el muelle de Puerto del Rosario por la murga Los Gambusinos, y en Tarfaya serán recibidos por la murga árabe los Gayumbinos, de Marrakech.