Perfil. «Yanira Soto, competidora y compañera» por Janey Castañeyra

TEXTO: Janey Castañeyra

Sin haber sido una estrella en categorías de base ni haber acaparado las mismas portadas que otras disciplinas deportivas menos exigentes que al atletismo, dentro del reducido grupo de deportistas de alto nivel que ha dado Fuerteventura, sin lugar a dudas, merece un lugar destacado la atleta Yanira Soto

Nacida en Puerto del Rosario en 1988, Yanira Soto ha luchado contra viento y marea para competir durante años al máximo nivel, en el que seguramente sea el deporte más exigente y competitivo del mundo, el atletismo. Especialista en pruebas combinadas, alcanzó su mejor nivel en 2016, proclamándose ese año Campeona de España absoluta de Pentatlón, además de conquistar un subcampeonato y varios bronces en las temporadas siguientes y anteriores. En esos años estableció sus mejores marcas personales, cuatro de las cuales, las de 60 y 100 metros vallas, y sus puntuaciones en heptatlón y pentatlón, son records de Canarias que continúan vigentes. También ha sido internacional en seis ocasiones con la Selección Española absoluta, participando en 2017 en el ascenso del equipo nacional a la Superliga Europea de Pruebas Combinadas.
La de esta deportista y competidora nata es una historia de esfuerzo y superación que comenzó cuando tenía 12 años. Por aquel entonces, “yo jugaba al baloncesto” y todo surgió “un día que acompañé a mi hermana pequeña a apuntarse en atletismo. El entrenador me vio y me invitó a entrenar. Yo le dije que eso de correr no me gustaba. Él me explicó que en el atletismo había más cosas y me convenció para que fuera los días que no tenía baloncesto”. Fue así como entró en las filas del Playas de Jandía, poco a poco, “corriendo en el colegio Pablo Neruda, porque entonces no había pista de atletismo en Puerto del Rosario y por eso algunos días nos llevaban a entrenar a la de Gran Tarajal”.
Luego llegaron las primeras competiciones: “empezamos a salir fuera y te vas enganchando”. En su primer campeonato de Canarias, en categoría cadete, recuerda que “¡fue un desastre! Me puse muy nerviosa”, aunque al año siguiente “ya conseguí como siete medallas”. Es en esa etapa de formación en que Yanira Soto empieza a experimentar, a ganar carreras populares, a probar las vallas, los lanzamientos… “y vas viendo qué se te da bien. Los entrenadores me dejaban probar de todo, incluso la pértiga, y eso me encantaba”. Reconoce que “nunca destaqué muchísimo” y que no fue hasta decantarse por las pruebas combinadas que empezaron a llegar los resultados, ya en categoría promesa (sub-23).
Se fue a vivir a Tenerife tras finalizar el instituto, para estudiar la carrera de Psicología, y es ahí cuando comienza realmente el entrenamiento al máximo nivel. “El atletismo es súper exigente”, asevera, especialmente “cuando tienes que preparar siete pruebas. Tenía que ir a Puerto de La Cruz a entrenar todos los días, desde las cuatro de la tarde hasta las diez de la noche que llegaba a casa”. Aunque ella no siente los entrenamientos como una carga, sino como “algo que me gusta y que me ayuda a organizarme”. De esa etapa agradece el apoyo de sus padres en los estudios, pues nunca le presionaron para que pudiera centrarse en competir, y de los profesores, que le permitían cierta flexibilidad.
Primero con el Playas de Jandía, que por aquella época militaba en la División de Honor de Atletismo, y luego fichando con el Tenerife CajaCanarias, su club actual, Yanira Soto ha participado en innumerables competiciones nacionales e internacionales, de clubes, con la selección española y canaria o a nivel universitario. Mantenerse compitiendo en la élite durante tantos años no es algo habitual y, en su caso, le empuja el amor por el deporte y el ser “algo que llevo haciendo desde pequeña. Compartir con amigos, viajar. Tienes una rutina y el cuerpo te lo pide”. Además, “me gusta competir, engancha. Y los buenos resultados también te animan a seguir”.
Su capacidad de sacrificio no se entendería sin la lesión en el tendón de Aquiles que estuvo arrastrando durante años. Infiltraciones antes de competir, lidiar con el dolor constante, siempre forzando para la siguiente competición: no le impidieron registrar sus mejores marcas estando lesionada. Pero el cuerpo tiene sus límites y en 2018 tuvo que operarse finalmente, para hacer desde entonces una recuperación pausada y con cabeza. Los resultados han vuelto a llegar, con su participación esta temporada en el ascenso del Tenerife CajaCanarias a la División de Honor, máxima categoría nacional.
A nivel personal, Yanira alcanza su madurez deportiva con sus estudios universitarios terminados y dirigiendo su carrera profesional hacia el ámbito sanitario de la psicología. Un máster en esta materia le ha abierto las puertas al mundo laboral y le gustaría seguir trabajando en este campo. Este verano quiere entrenar para “mantener y recuperar” y regresar la temporada que viene a los campeonatos de España. Agradece el apoyo que le han ofrecido siempre entrenadores de la Isla como Óscar Padilla, del club Maxoathlon, o el histórico delegado insular de atletismo Ramón Domínguez. Son precisamente los que la conocen quienes definen a Yanira Soto como una competidora aguerrida: ese perfil de deportista capaz de dar más de lo que tiene, de superarse ante la adversidad, trabajadora incansable en los entrenamientos y, al mismo tiempo, una gran compañera dentro del grupo. Todo un ejemplo a seguir para los jóvenes deportistas de Fuerteventura.