En apenas un año, acaba esta legislatura y no sé si estaremos en la próxima. Pero sí me siento orgulloso por poder intentar mejorar mi municipio e intentar ayudar en la medida de lo posible a nuestros vecinos y vecinas. El cargo de concejal en un municipio como Betancuria es muy gratificante, te da la oportunidad de conocer a todos los habitantes del mismo por su nombre, con la cercanía que te proporciona dicha situación a la hora de llegar a los problemas que puedan tener. Creo que hemos realizado un buen trabajo en la oposición. Tanto mi compañero Manolo Méndez como yo hemos podido defender y dar voz a las demandas de nuestros vecinos y vecinas. Próximamente serán ellos los que tengan que poner nota al trabajo realizado y espero que lo valoren positivamente y así, si nuestro partido lo cree oportuno, seguir aportando nuestro granito de arena.
Nunca hemos estado gobernando pero tenemos claro que después de la noche electoral te debes a todos cada uno de los vecinos y vecinas, y no solo a los que crees que te votaron.
La política tiene que ser una vocación y no una profesión. No queremos un alcalde que venga de 8 a 12, de lunes a viernes. Necesitamos una persona con dedicación exclusiva al Ayuntamiento y sus habitantes, para que salga de aquí y gestione con todas las administraciones el devenir de nuestros pueblos, de la forma más fructífera posible. Un alcalde que sienta que se debe al vecino y la vecina, y no que se crea por encima de estos. Pero sobre todo, un aire nuevo en nuestro municipio, porque son muchos años y muchos favores los que se deben después de cuatro legislaturas. Hemos visto que en esta última es la oposición la que marca el ritmo de trabajo; un trabajo que se podría mejorar muchísimo, pero que era inexistente en legislaturas anteriores.
Necesitamos un municipio que quiera avanzar hacia el futuro, que de verdad apueste por un cambio en todos los sentidos; un municipio y sus gentes que se abran a todo lo bueno que nos pueda venir. Y eso pasa, por una nueva forma de gobernar, con gestión plena, para aprovechar al máximo los recursos que tenemos a nuestro alcance y seguimos perdiendo.
Eso lo conseguiremos cuando entendamos que otra forma de gobernar es posible, una forma en la que se mire a todos y a todas por igual, con indiferencia de a quien votan y a quien no; en la que dejemos de estar culpando a los demás de lo que han hecho y de lo que no, siempre enfrascados en la vieja política del “tú más”. Necesitamos un Grupo de Gobierno que se centre en sus obligaciones y deberes, que mire por el bienestar y el futuro de todos los habitantes de Betancuria.
¡Soy optimista! La gente esta creyendo en el trabajo que estamos realizando, siempre desde donde se nos permite, ya que no somos parte del Grupo de Gobierno, con los inconvenientes que eso implica para compatibilizar la vida laboral, familiar y política. Desde el principio hemos marcado una oposición firme y decidida en defender los intereses de nuestros habitantes, y nunca en lo personal hacia ningún miembro del grupo de Gobierno, como no puede ser de otra manera. Se nos acusa de ser una oposición dura y eso nos enorgullece, ya que si no lo fuéramos no estaríamos cumpliendo con nuestro trabajo. Reconozco que en otras legislaturas han podido estar muy cómodo, ya que no han tenido a nadie que les llevara propuestas y que fiscalizara donde se gastan el dinero y donde no.
Lo único que esperamos es que nuestros vecinos y vecinas puedan valorar positivamente la labor que hemos realizado y vean la importancia de acabar con estos largos mandatos, que por suerte ya no son tan habituales y que lleva al acomodamiento, la desmotivación y la paralización de la institución.